Archive for the ‘post erasmus’ Category

Año nuevo, vida nueva

diciembre 18, 2007

Diciembre es siempre un mes extraño para muchos; ahí me incluyo yo. Es un mes frío, pero la gente es más cercana que nunca. Las calles se llenan de luz, sonido, niños sonriendo, reyes magos repartiendo ilusión…y por dentro, nosotros, nos sentimos raros. Se supone que es un mes de alegría, de felicidad, pero para muchos, este mes de diciembre, es un mes de reflexión. Echo la vista atrás y a pocos de días de despedir este maravilloso 2007, tengo miedo de que caiga en el olvido, de que de alguna manera desaparezca de mi mente, que venga una fuerza malvada y me borre los recuerdos.

 

A pocos días de terminar el año hago balance de lo bueno y de lo malo, y la verdad es que encuentro demasiadas cosas buenas, y sólo una mala: el haber vuelto a Madrid. Me pregunto qué hacía hoy mismo hace justo un año, y la respuesta es estar de compras con mis amigos y organizar cenas navideñas de despedida. Y hoy, ¿qué hago? Estar estresada con una universidad que no me deja tiempo para vivir.

 

Estar de Erasmus es algo maravilloso, sólo sabes lo qué es cuando lo vives. Cuando vives esa amistad que nace más allá de las barreras lingüísticas o culturales, esa amistad que va más allá de las fronteras. Es difícil dejar atrás todo eso. Puede sonar muy dramático, pero en la vida de todo estudiante Erasmus hay un antes y un después. Mi rutina este año es madrugar, ir a clase, más clase, y más clase. Mi rutina el año pasado también tenía clases, pero era distinto. Después de clase llegaba la vuelta a la residencia, donde me pasaba dos horas saludando a la gente antes de subir a mi habitación. Ahora vuelvo a mi casa y lo único que me esperan son deberes. Con la Erasmus he cambiado mucho, he madurado, he abierto los ojos al mundo, y ahora, tengo ganas de hacer cosas. Supongo que si me hubiera quedado en España, mis ansias por volver a escapar no serían tan grandes. Pero ahora, como ya os conté la última vez, sólo pienso en volver a irme, en vivir mi vida de otra manera. (more…)

Volver a largarse

diciembre 3, 2007

Como muchos de vosotros ya sabréis, lo peor del Erasmus, es, sin duda, tener que volver. Cuando llegas a tu país, te das cuenta de que no te gusta nada, todo en ti ha cambiado; ese es el momento en el que empiezas a obsesionarte. Tu único objetivo es volver a largarte, revivir tu experiencia en el extranjero, y eso, al precio que sea Yo conseguí largarme un finde, pero eso no fue suficiente para curar mi agudo post-erasmus, así que aquí estoy, barajando otras opciones. Si todo sale bien, y el encargo de mis convalidaciones así lo desea, acabaré la carrera dentro de seis mucho, como mucho nueve, y la pregunta es, ¿y entonces qué?

 

Una de las primeras opciones que llama la atención en estos casos es la de volver a irte de Erasmus. No nos dejan irnos de Erasmus dos veces; la segunda vez te vas de free mover. Irse de free mover es básicamente lo mismo, sólo que te dan las plazas que han sobrado, y vas, como bien dice la palabra, por libre. Por lo general no recibes ayuda económica, ni estás sujeto a ningún learning agreement, aunque eso no quiere decir que evites el papeleo, ya que por lo general, conseguir irte de free mover es bastante más difícil (y costoso) que irte de Erasmus.

 

Otra de las pegas de mi universidad, la de aquí, no la de la Erasmus, es que no nos permiten irnos de free movers, así que una de dos, o me hago otra carrera en otra universidad, o me busco más opciones. Una de las que más me gusta es la posibilidad de pedir una beca. No nos engañemos, hay pocas becas, pero hay. (more…)

God bless EasyJet

noviembre 19, 2007

Por fin llegó el día que pensé que nunca llegaría. Siempre quería pensar que sería posible, que no estaba tan lejos, y que algún día, cuando yo ya fuera mayor, tuviera trabajo, dinero, etc. podría escapar y volver. Nunca pensé que ese día fuera a llegar tan pronto. Llegó, sí, sin trabajo y sin dinero, pero llegó. Estaba más nerviosa que cuando tenía cuatro años y era la víspera de Reyes. Madrugué. Tenía que hacer unas cosas para clase, hacer la maleta, y arreglarme. No era nada fácil; tenía que ponerme guapa, tenía una cita muy importante. Pero no era una cita cualquiera, era un reencuentro. Yo no tenía que conquistar a nadie, y a mí ya me habían conquistado. Ya estaba enamorada…Antes de que esto pasara, pasaba las horas en blanco, mirando al techo o viendo las miles de fotos que tenía. Un buen día me puse a mirar vuelos, sólo por curiosidad. ¿75 € ida y vuelta! Tenía que cogerlo, y lo cogí. Pronto empezaron las llamadas y los emails; volví a estar pendiente del móvil. Tenía un billete en mis manos, un billete para vivir a la ciudad que me acogió durante mi Erasmus. Estaba como una niña con zapatos nuevos, pero cuando mis amigos me dijeron que ellos también venían, la emoción no cabía en mí. Ir todos juntitos a ver a la gente que aún quedaba allí me iba a ayudar, no me iba a sentir tan sola ni tan desgraciada. Todos podríamos compartir la envidia que nos darían los nuevos Erasmus. (more…)

Acceso a las nuevas tecnologías

noviembre 5, 2007

Otro de los aspectos que me llevan a pensar que España hace mucho que perdió la carrera por entrar en Europa es el relacionado con el acceso a las nuevas tecnologías. No estoy pidiendo wi-fi en medio de la Gran Vía, ni teléfonos futuristas a precios asequibles. Seamos realistas, para eso aún queda mucho. Lo que estoy pidiendo es sencillamente ordenadores que funcionen.

De los once meses que estuve de Erasmus, no hubo un solo día en el que tuviera que esperar para encontrar un ordenador vacío.  Con una planta entera llena de salas de ordenadores es difícil tener que esperar. Pero no sólo eso, en un país en el que los estudiantes reciben ayudas para acceder a las nuevas tecnologías, en donde el uso de los portátiles en clase se ha convertido en imprescindible, todo el mundo tiene su propio ordenador, por lo que las aulas de informática pueden resultar incluso innecesarias. Yo tenía portátil en casa, más bien, tenía una especie de armatoste que hacía las veces de procesador de textos, porque la verdad, no daba para mucho más. ¿Cómo iba a llevar yo a la uni mi reliquia, y ponerla al lado de los nuevos Macs, tan blanquitos y brillantes? Estaba condenada a recluirme en las salas de ordenadores. Dicho así puede parecer que lo pasaba mal al tener que usar un PC y no poder usar mi portátil, pero no es así. No sólo había una planta entera llena de salas de ordenadores, sino que estos ordenadores ¡funcionaban! Además, no eran los ordenadores que iban sobrando de otras facultades, ¡qué va!, eran ordenadores nuevos, con pantalla plana, cascos, la versión de Windows más reciente…en definitiva, el ordenador soñado. ¡Y todo esto sin tener que atar el ratón para que nadie se lo lleve!

En todas estas salas había una impresora, que, como ya os podéis imaginar, también funcionaba. No sólo es que funcionara si no que no tenías que llevarte tus folios, ni tenías a nadie cancelando tus impresiones para que salieran las suyas primero. Llegados a este punto he de reconocer que mi emoción en los primeros días era tal, que me ponía a imprimir toda clase de documentos, que, por supuesto, a la hora de hacer las maletas, acabaron en la basura. (more…)

Titulitis española Vs Gap Year europeo

octubre 21, 2007

Una de las cosas de las que me he dado cuenta a lo largo de mi año Erasmus, es que España, por mucho que lo intente, dista mucho de ser Europa, y ahora os contaré porqué.Por todo el mundo es sabido que los españoles somos desorganizados, vagos, y que nuestra mayor pasión es irnos de fiesta. Sin embargo, y por raro (more…)

Post erasmus

octubre 5, 2007

Parece mentira que entre las frases «Quién me mandaría a mí venir aquí?» y «¡Dios mío, quiero volver como sea!» sólo hayan pasado diez meses. Diez meses de Erasmus en los que tu vida no volverá a ser igual. Suena a tópico, pero es cierto, el tan famoso síndrome post-erasmus existe, y ataca de nuevo este mes de octubre. Da igual que lleves desde marzo intentándote concienciar de que en julio se acababa, o que evitaras despedirte de ciertas personas para no hacerlo más duro, siempre pensando en un futuro reencuentro. Todo eso da igual. Llegarás a tu casa y todo, repito todo, se te hará raro. Estarás deseando salir de tu habitación e ir corriendo a la puerta de Fulanito para ver qué hace, pero ya no puedes, en la puerta de al lado sólo está tu padre durmiendo la siesta. Esperarás con ansia la hora de cenar para ponerte a cocinar con tus amigos, aunque al final acabéis haciendo una pizza al horno. Pero tampoco puedes, ya no están. (more…)