Archive for the ‘multiculturalidad’ Category

La traducción intercultural del humor

abril 29, 2007

Leyendo un interesante artículo sobre la traducción de humor, he caído en la cuenta de lo difícil que puede llegar a ser hacer una buena traducción de este tipo, sobre todo de idiomas que pertenezcan a culturas muy distintas. Para empezar, uno de los ingredientes esenciales para la traducción de chistes y bromas es el sentido del humor en el traductor, ya que una persona sin sentido del humor, difícilmente podrá hacernos reír ni con un chiste propio ni con una adaptación de uno a otro idioma. Pero por otro lado, para que un chiste resulte divertido, también debe adaptarse correctamente al idioma, y al contexto y la mentalidad de sus hablantes.

Al traducir una broma que deba gran parte de su contenido humorístico a la fonética, debemos ser capaces de anticiparnos a la reacción que produzca en los lectores u oyentes del texto traducido, ya que no sólo se trata de la casi imposible tarea de mantener el juego fonético, sino que también debemos tener en cuenta si el chiste puede resultar vulgar o si de verdad será aceptado convenientemente. Si la broma hace alusión a aspectos muy típicos de una comunidad, o a palabras polisémicas en la lengua de origen, que no lo son en la lengua meta, la traducción será imposible, ya que fuera de contexto perdería su sentido, y deberíamos sustituirla por otra completamente distinta, pero que pueda insertarse en su lugar. También hay que tener cuidado, con los aspectos de la vida que son graciosos en algunos países y/o culturas, pero que pueden interpretarse como de mal gusto en otras, y en consecuencia la broma perdería la gracia. Por ejemplo en el caso de las religiones ligadas a culturas totalmente diferentes, en occidente es común hacer bromas en las que se nombra a Dios, mientras que cualquier tipo de chiste relacionado con este tema sería una grave ofensa en países islámicos, y por supuesto, sería de muy mal gusto traducirlo al idioma de alguno de esos países.

Este caso puede parecer muy obvio, pero está la orden del día, cualquier texto humorístico puede contener varias expresiones humorísticas que no sería conveniente traducir a algunas lenguas, y si no se traducen de forma correcta, pueden ser la causa de que el texto no sea aceptado en la cultura receptora, y en el caso contrario, el no traducirlas, su omisión o modificación, supondrían faltar al original, y no estaríamos siendo fieles al original y al autor.

Muchos lingüistas han desarrollado clasificaciones de los diferentes tipos de bromas, han propuesto sugerencias a la hora de traducirlas, y han establecido normas básicas que pueden ser de gran ayuda. Pero a la hora de la verdad, de sentarnos a traducir bromas, lo que puede sernos de más ayuda, es estudiar diferentes traducciones previas, ver en la práctica como se han resuelto casos similares al nuestro, y leer, ver, y escuchar las manifestaciones humorísticas de ambas culturas e idiomas. Mientras más las conozcamos, con más soltura seremos capaces de determinar la reacción que tendrán los lectores del texto traducido, que debería ser similar a la de los lectores del texto original. Y en consecuencia tomaremos la decisión más acertada, y trataremos de ser lo más fieles posibles al sentido del humor del autor.

¡Hasta pronto!

Yaiza Rojas

UAX vs UGR

abril 15, 2007

Esta semana pretendo analizar y comparar las asignaturas relacionadas con la intermediación cultural que podemos encontrar en dos universidades completamente distintas del panorama español, por un lado la Universidad Alfonso X El sabio (UAX), universidad privada; y La Universidad de Granada (UGR), pública y de gran prestigio nacional.

Si consultamos la programación de la Universidad Alfonso X, encontramos varias asignaturas que introducen al estudiante en la cultura de los países de las lenguas estudiadas en T&I, en los valores y referentes culturales que puedan suponer barreras comunicativas para el futuro traductor y/o intérprete. Se pretende enseñar al alumno vocabulario adecuado para que sea capaz de contrastar las realidades de los países de origen de la lengua y su equivalencia española. Para todo esto es básico plantear también un esquema bastante amplio acerca de la economía, la educación, la comunicación, etc. En los distintos países. Pero como en otras muchas universidades, falta alguna asignatura que introduzca a los estudiantes en la destreza de la mediación, ya que el mero hecho de conocer ambas culturas no significa necesariamente que seas capaz de crear un puente de comprensión entre ellas, y menos aún que lo hagas con la soltura necesaria para imprimir confianza en ambas partes.

En la Universidad de Granada, encontramos una asignatura optativa llamada Instituciones internacionales, cuya programación nos da una imagen general de esta asignatura, como una buena base para el desarrollo de la actividad mediadora entre dos culturas, algunos de los temas que se imparten en ella nos marcan un buen camino hacia la comprensión entre civilizaciones, introduciendo formas pacíficas de solución de conflictos, derechos de los pueblos y personas, etc.

Cuando un traductor/intérprete sea requerido en una situación de ayuda social, será un requisito básico el que su formación le haya aportado algunas capacidades mínimas en cuanto al entendimiento entre dos culturas más o menos diferentes. Todos deberíamos ser capaces de hacer llegar a las dos partes a un entendimiento pacífico y a un mínimo de confianza. Prácticamente todas las asignaturas que estoy nombrando a lo largo de estas semanas aportan un grano de arena a nuestro futuro en estas labores, pero un buen mediador necesita un sentido de la solidaridad y de la empatía que no es posible conseguir en un aula, sino que se forja a lo largo de nuestra experiencia y que aumentará en nosotros a lo largo de nuestra experiencia laboral. Debemos empezar a pensar no sólo como puente, sino como parte activa de las dos culturas, en la medida de lo posible.

¡Un saludo y hasta la semana que viene!

Yaiza Rojas.

Interculturalidad: USAL vs UCO

marzo 25, 2007

Voy a empezar mi pequeña revisión de la interculturalidad en las distintas facultades de T&I con una comparación entre la de Córdoba y la de Salamanca, y analizar así los inconvenientes o ventajas con respecto al tratamiento de la interculturalidad en los estudios de traducción, de una facultad nueva y otra de larga tradición y renombre.

Si consultamos la programación de ambos centros, encontramos en el segundo curso de la Universidad de Córdoba (UCO) una asignatura obligatoria llamada Intermediación Cultural que según lo que se dice en su programa es justamente lo que ando buscando, explicaría conceptos básicos necesarios para desarrollar esta actividad, y daría al alumno una base sobre la que empezar a desarrollar sus habilidades como mediador. El único inconveniente que encuentro es el hecho de que al ser este curso la primera vez que se imparte en la UCO, no tengo ni opiniones definitivas, ni resultados aclaradores acerca de los resultados obtenidos de ella, así que sólo diré que parece que han acertado con esta asignatura. Me parece acertado el haberla considerado obligatoria, pero sería aun mejor darle carácter troncal, ya que debe ser parte fundamental de la formación de cualquier traductor.

Si miramos el programa de la Universidad de Salamanca, no encontramos ninguna asignatura que se relacione con la interculturalidad, ya que sus asignaturas parecen más centradas en la traducción y la interpretación. Esto puede ser debido a que la necesidad de la mediación como parte de la formación de los traductores es nueva en España, y en universidades como la de Salamanca, no se han llegado a introducir aun asignaturas que llenen este vacío.

También me parecen acertadas otras asignaturas de la UCO como Política internacional contemporánea, con la que se aportaría al alumnado una noción básica sobre las políticas de las diferentes naciones; Cultura y civilización de los países anglófonos, optativa de segundo, o Cultura y civilización de los países francófonos, optativa de tercero, ofrecen una visión más detallada sobre la cultura de los países en los que se habla la lengua de especialidad de la carrera, de la que se nos supone más formación, y con la que trabajaremos más a menudo. Es posible también elegir como optativa en cualquiera de los cursos Cultura de los países árabes, asignatura recomendada y útil para los estudiantes de dicha lengua.

Por el contrario, no he podido encontrar en la programación de la Universidad de Salamanca ninguna asignatura que se relacione con la cultura de los países de la lengua especialidad de la carrera, y tampoco con la actividad mediadora, por lo que no parece que se forme suficientemente en cuanto a mediación a los estudiantes de ésta.

No sabemos aún si los estudiantes de T&I de la UCO terminaremos bien formados como mediadores culturales, debido a la ausencia de promociones en las que comprobar los resultados, pero después de esta pequeña revisión a la programación, creo que por lo menos se ha intentado crear un temario que persiga este fin ¡en unos años lo veremos!

Yaiza Rojas

El papel de la interculturalidad en T&I

febrero 25, 2007

Cuando hablamos de traducción e interpretación, solemos considerar que esto tan sólo consiste en el traslado de un texto o discurso de una lengua origen, de la que partimos, a una lengua meta. No se reflexiona sobre el problema que supone el salto cultural entre una y otra, que un traductor debe resolver. Se hace necesario por tanto el conocimiento de ambas culturas en profundidad para poder equiparar expresiones o referencias específicas, sin dañar el sentido original. Cualquier traductor debería estar capacitado para esta labor de mediador entre dos culturas, siendo considerada la instrucción en este respecto como una parte importante de su formación como tal.

La mediación cultural es un fenómeno bastante reciente en España, y no se encuentra ni definida ni regularizada profesionalmente, ya que no existe un título oficial de mediador intercultural, ni un sistema de formación y acreditación. La mediación suele relacionarse con el ámbito del trabajo social, o de las ONGs, pero desde un punto de vista práctico debería estar incluida en su totalidad en los estudios de Traducción e Interpretación, ya que no se puede traducir sin mediar entre culturas y viceversa. Mediar no implica sólo traducir las palabras o sentidos, sino que va más allá, abarcando los aspectos culturales clave, de la comunicación no verbal. Haciéndose necesario tener presentes una serie de hachos sobre la sociedad y la cultura a la que pertenecen el texto o el interlocutor. Es decir, que quien media necesita poseer una formación (continua) en cuanto a aspectos culturales de los grupos con los que trabaja, documentándose de forma contrastada y especializada, y habiendo sido instruido previamente durante el desarrollo de su formación académica.

Ante todo, el traductor-mediador interviene, crea un lenguaje común entre las partes, adoptando un papel para el cual la formación profesional adquiere un valor fundamental. Y precisamente en el ámbito de la formación intercultural de los traductores españoles existen grandes carencias, que varían según cada centro de formación.

A lo largo de las siguientes semanas intentaré analizar con más detalle el tratamiento que se hace en las facultades españolas de traducción de la interculturalidad como materia obligada en el currículo del traductor. ¡Espero vuestras opiniones! Nos vemos pronto.

Yaiza Rojas